Las criptomonedas entre la adopción masiva y la alerta regulatoria

La adopción acelerada de criptomonedas y plataformas DeFi ha alcanzado una escala preocupante para los reguladores globales, según alertó el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en un informe publicado. La institución advierte que el crecimiento del sector podría amenazar la estabilidad del sistema financiero tradicional y profundizar la desigualdad económica.

El documento subraya que el mercado cripto ha alcanzado una «masa crítica» en cuanto a inversores y capital involucrado. Lo que ha elevado la protección del usuario como una prioridad para las autoridades. En particular, el BIS señaló el papel central que ocupan las monedas estables en este ecosistema, al actuar como medio principal de transferencia de valor.

El informe también insta a una regulación específica sobre las stablecoins, enfocada en asegurar reservas sólidas y mecanismos de canje confiables. Incluso en contextos de tensión financiera.

Oregón retoma acciones legales contra Coinbase tras retiro de cargos federales

El fiscal general del estado, Dan Rayfield, presentó una nueva demanda contra Coinbase, acusando a la plataforma de haber promovido la venta de criptomonedas no registradas a residentes de Oregón, pese al retiro de cargos similares por parte del gobierno federal a principios de este año.

La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) abandonó su demanda contra Coinbase en febrero, luego de haberla acusado en 2023 de operar sin registro como bolsa, corredor y cámara de compensación. No obstante, la fiscalía estatal asegura que los consumidores oregonianos fueron expuestos a inversiones de alto riesgo y posibles fraudes sin las protecciones adecuadas.

«Coinbase debe rendir cuentas y tomar medidas para proteger a los consumidores», sostuvo Rayfield en un comunicado. Desde la compañía, sin embargo, calificaron el litigio como una «obstrucción por la simple obstrucción», en palabras de su director jurídico, Paul Grewal.

Ballenas e instituciones refuerzan su apuesta por Bitcoin antes de la Pascua

Las grandes entidades del ecosistema cripto continúan acumulando Bitcoin en medio de la creciente incertidumbre global. La firma Abraxas Capital, con sede en Londres, adquirió 2.949 BTC valorados en más de 250 millones de dólares durante los días previos al 19 de abril. Solo en su última compra, el 18 de abril, la compañía invirtió más de 45 millones de dólares en BTC a través del exchange Binance. Según datos de Arkham Intelligence citados por Lookonchain.

Esta adquisición se suma a la reciente compra de 285 millones de dólares en BTC realizada por Strategy, liderada por Michael Saylor , lo que demuestra la confianza sostenida de las instituciones en el activo digital. Incluso en medio de tensiones comerciales internacionales.

A pesar de los indicios de acumulación, los analistas anticipan un fin de semana de Pascua con baja volatilidad, debido al cierre de los mercados estadounidenses y tasas de financiación estables. Sin embargo, más de 170.000 BTC provenientes de holders de mediano plazo han vuelto a circular. Lo que algunos interpretan como una señal potencial de turbulencias por venir.

Corea del Sur inicia 2025 con agitación política, presión regulatoria y auge cripto

El año 2025 comenzó con un panorama turbulento en Corea del Sur, marcado por el colapso político tras el fallido intento del expresidente Yoon Suk Yeol de instaurar la ley marcial en diciembre. Su destitución desató una ola de reformas y ajustes que alcanzaron al sector cripto, donde la presión regulatoria se hizo sentir con fuerza.

Durante el primer trimestre, los reguladores financieros intensificaron las investigaciones sobre los exchanges de criptomonedas y levantaron la prohibición a las cuentas corporativas de trading. A pesar del control más estricto, la adopción cripto alcanzó niveles récord, incluso cuando el volumen de operaciones disminuyó.

En paralelo, el país otorgó una nueva exención fiscal a los inversores en criptomonedas. El polémico impuesto del 20% sobre ganancias de capital fue pospuesto por tercera vez (ahora hasta 2027) en un acuerdo bipartidista que refleja tanto la inestabilidad política como el temor a una fuga de capitales hacia plataformas offshore.