La Casa Blanca excluye smartphones, ordenadores y chips de las tarifas de Trump

En un intento por calmar los mercados globales, el gobierno de Donald Trump anunció ciertas exclusiones en las denominadas «tarifas recíprocas». En ese sentido, los aranceles no se aplicarán a importaciones de computadores, chips semiconductores y teléfonos inteligentes, entre otros artículos. Empresas como Apple estaban en la cuerda floja con los aranceles del 145% a China. 

Es importante mencionar que los teléfonos iPhone se producen principalmente en China antes de enviarse a los Estados Unidos. En tanto, Apple es una de un selecto grupo de empresas que sostienen el crecimiento del S&P 500. Básicamente, sin Apple el sector financiero estadounidense queda golpeado, considerando que es la empresa más valiosa del mundo. 

El comunicado de la Casa Blanca destaca que la medida de exención se aplica para darle tiempo a las empresas de reorganizar su producción para mudarse a los EE. UU. El subsecretario de prensa del gobierno de Trump, Kush Desai, remarcó que el país no debe depender de China en términos de producción de productos sensibles del sector innovación.

La mayor parte de los mencionados productos, más otros como televisores inteligentes, paneles solares, tarjetas de memoria y unidades flash, llegan a EE. UU. desde China. «Bajo la dirección del Presidente, estas empresas se están apresurando a trasladar su producción a Estados Unidos lo antes posible», remarcó Desai.

Las exenciones de las tarifas de Trump a ciertos productos no evitarán «daños irreversibles»

A pesar de que esta medida apresurada de Trump busca evitar estragos evidentes, algunos expertos consideran que es muy poco, muy tarde. Para la mayoría de las empresas estadounidenses, los pedidos provenientes desde China ya se cancelaron o están en proceso. 

A esto se suma el hecho de que todavía no está claro si productos como los smartphones deben asumir las tarifas iniciales del 20%, tal como remarca Financial Times.

«Los productores de muebles en China han visto una paralización total de los pedidos de los importadores estadounidenses, y estamos escuchando lo mismo en el caso de los juguetes, la ropa, el calzado y el equipamiento deportivo», comenta a CNBC Alan Murphy, de Sea-Intelligence. Agrega que para miles de pequeños y medianos importadores estadounidenses el golpe es devastador. En términos generales, esto representa un golpe irreversible para la economía.

Murphy comenta que algunos bienes con márgenes más altos como y más técnicos como equipos electrónicos, maquinaria, productos médicos y farmacéuticos no pueden trasladarse fácilmente. Esto se debe a que mudar una fabricación altamente técnica requiere mucho tiempo y capital.

Stephen Lamar, CEO de la Asociación Estadounidense de ropa y calzado, afirma que las tarifas van más allá de lo que las empresas pequeñas pueden soportar. Destaca que la mayoría de las empresas no tienen más opción que cancelar órdenes, sin tener sustitutos inmediatos para sus productos.

Como se puede notar, la medida de este sábado de aliviar las tarifas de Trump en algunos productos solamente favorecen a algunas empresas grandes. En cualquier caso, la guerra comercial entre Estados Unidos y China apenas comienza a mostrar su rostro.